Podemos distinguir dos etapas dentro de la cerámica: Etapa
Mudéjar Etapa
Cristiana
Etapa
Mudéjar
HISTORIA
En un principio, los obradores de Muel se encontraban junto al rió, dentro de la villa, y allí permanecieron hasta el siglo XVII. Los alfareros de Muel eran mudéjares o moriscos, según los escritos del arquero de Felipe II, Enrique
Cock.
Muel perteneció primero a los señores de Luna, y más tarde a los de Camarasa, los señores impulsaban el desarrollo de la industria cerámica que les aportaba pagos y fiscalizaciones sobre la producción y les abastecía de las vajillas más ricas. Su situación, era frente a alfares cristianos de otras zonas, privilegiada.
A principios del siglo XVII se replantea en España el problema Morisco. Las conversiones forzosas llevadas a cabo con anterioridad no consiguen paliar el problema de la convivencia, lo cual conlleva en 1610 a la expulsión definitiva.
Muel fue una de las villas de Aragón que más de despobló con motivo de la expulsión, lo que llevó al marqués de Camarasa a plantearse la repoblación de los talleres por alfareros cristianos que constituirán una segunda etapa en la producción cerámica de
Muel.
PRODUCCIÓN
Durante los últimos años del siglo XV y los primeros del XVI, se imitan, al igual que en el centro valenciano, las formas decorativas de las vajillas metálicas, como son los relieves, las filigranas o las calidades cercanas al metal que se obtiene gracias a la aplicación de la técnica de reflejo metálico.
Pronto la producción evoluciona dando lugar a series decorativas dotadas de personalidad propia que conocen un gran desarrollo. Se caracterizan por el rápido trazado de los dibujos y la simplificación de las formas, la repetición de los temas de forma rítmica y alternativa, el horror vacui y los motivos simétricos y centrados.
En esta etapa destaca también la producción de azulejería, sobre todo la de arista. Destacan los azulejos de monumentos como La Seo de Zaragoza, el Monasterio de Veruela, y numerosas parroquias.
TÉCNICAS
Las técnicas utilizadas por los alfareros mudéjares provienen, en su mayor parte, de la tradición islámica. Entre éstas sobresalen las decorativas como el uso del esmalte blanco, procedente del óxido de estaño, para cubrir el fondo de la cerámica decorada, que se combina con otros colores como el azul y el verde.
También de origen musulmán es la técnica del reflejo metálico, que por medio de una mezcla especial de ingredientes y una cochura reductora, consigue un acabado en la superficie de la figura similar al de los metales nobles.
FORMAS
En cuanto a las formas cerámicas, Muel sigue en general la moda trazada por Manises aunque le infiere una personalidad propia por medio de la simplificación. Se realizan piezas de:
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Vajillería de mesa: Platos, tazones, cuencos, jarras..
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Piezas de uso doméstico: terrizos, ollas, cantarillos, coberteras, cucharones..
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Cerámica de uso ornamental: jarrones y platos decorativos.
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Piezas de uso religioso: pilas bautismales y benditeras.
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